Regresa al teatro ‘Un No Monstruo Que No Vuela’

Esta divertida historia dirigida a las infancias llega al Centro Cultural del Bosque

La divertida historia del libro de Sara Pinet es llevada ahora al teatro.

¡Aquí te contamos de qué va!

Un No Monstruo que no vuela, obra ganadora del XXII Premio SGAE de Teatro Infantil 2021 —convocado anualmente por la Fundación SGAE con sede en Madrid, España— tendrá temporada del 19 de abril al 15 de junio, los sábados y domingos a las 12:30 horas, en el Teatro El Granero Xavier Rojas, dentro del Centro Cultural del Bosque.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, en colaboración con El Pollo Matemático y Teatro UNAM, presentan esta entrañable puesta en escena.

Con dramaturgia de Sara Pinet —integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2023-2026— y dirección de Valentina Sierra, la obra nos invita a reflexionar sobre la infancia, la memoria y la transformación. El elenco está conformado por Luz Elena Aranda, Ariesna González (beneficiaria por trayectoria del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales), MariCarmen Núñez Utrilla y la propia Valentina Sierra.

Tenemos derecho a contar nuestros recuerdos, a transformarlos o reinventarlos.

Ele, la protagonista, rememora su infancia y nos transporta a los años ochenta, una época donde aún se podía vagar en bicicleta por las calles y el ciberacoso era inexistente. Sin embargo, también evoca un entorno regido por ideas cerradas y pensamientos rígidos.

La historia comienza cuando, de forma inesperada, la madre de Ele lleva a casa a un misterioso “No Monstruo que no vuela”. A partir de ese momento, la vida de Ele cambia por completo. Junto con Be, su mejor amiga, se embarca en una aventura para desentrañar los secretos que rodean a esta extraña criatura.

Según palabras de la directora, el montaje parte de los recuerdos compartidos por cuatro amigas: silencios, secretos y las consecuencias que estos tuvieron en su niñez. La puesta en escena incorpora títeres de sombra para representar a los personajes enigmáticos, los cuales se mezclan con la imaginación de Ele. La obra sugiere que recordar también implica editar y resignificar, validando nuestra narrativa personal a través de la reconstrucción de la memoria.

Las cuatro actrices entrelazan sus historias durante la función, creando una red de apoyo y contención. Todas vivieron su infancia en la década de los 80, y es a partir de un prólogo cargado de recuerdos reales, secretos y misterios, que el montaje nos traslada a esa época. La ambientación —desde la utilería y el vestuario, hasta el maquillaje, peinados y música— está cuidadosamente diseñada para evocar aquella década y conectar emocionalmente con el público adulto.

El equipo creativo se completa con:

Isabel Becerril en el diseño de escenografía e iluminación Ana J. Bellido en el diseño de vestuario Claudia Arellano Larrago en música original y diseño sonoro Talía Loaria Millán en diseño de coreografías y movimiento escénico MariCarmen Núñez Utrilla como productora ejecutiva.

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