
La Ciudad de México ha sido testigo de de una obra que no deja a nadie indiferente: Vértebra, una propuesta teatral valiente y conmovedora escrita y protagonizada por Felipe Alfaza, bajo la dirección de Luis Alcocer Guerrero. Desde su debut en el Centro Cultural El 77, esta pieza se ha posicionado como una de las más provocadoras del panorama teatral contemporáneo.

Vértebra es mucho más que una obra de teatro. Es un ritual íntimo y poderoso que explora, a través de una estética de horror y simbolismo onírico, las cicatrices de la violencia intrafamiliar y la complejidad de las relaciones madre-hijo. Inspirada en la experiencia personal de su autor, la obra se adentra en la historia de Fe, un hombre que revive los abusos de su infancia a través de un títere espectral llamado Vértebra. Esta figura no representa literalmente a la madre agresora, sino que encarna los recuerdos distorsionados, el dolor no verbalizado y la memoria corporal de un pasado que insiste en doler —literalmente— en la espalda del protagonista.
A través de escenas donde se desdibujan los límites entre lo real y lo simbólico, el montaje logra una puesta en escena visceral y sensorial. El cuerpo del actor se convierte en el principal vehículo expresivo, desbordando energía en cada movimiento y estableciendo un contacto visual con el público tan intenso como incómodo. Es en esa tensión donde la obra encuentra su fuerza: en la posibilidad de incomodar para sanar, de confrontar para transformar.

Dirigida por Alcocer Guerrero, la obra combina títeres, iluminación, diseño sonoro y lenguaje corporal para construir un universo escénico denso, perturbador y poético. La música de Fsunami Gil y el movimiento corporal diseñado por Graciela López complementan esta experiencia inmersiva que interpela profundamente al espectador.
Vértebra no teme adentrarse en terrenos difíciles: cuestiona los modelos autoritarios de crianza, la maternidad idealizada en la cultura mexicana, la homofobia interiorizada y el dolor normalizado en las estructuras familiares. Es, en sí misma, un acto de resistencia y una llamada urgente a romper los ciclos de violencia heredada.
Vértebra no solo narra una historia personal, sino que abre un espacio de diálogo colectivo en torno a temas que nos atraviesan como sociedad. Es una obra necesaria, profundamente humana, y artísticamente sobresaliente. Una experiencia teatral que duele, sana y transforma.
¡Cuatro únicas oportunidades para disfrutar del trabajo de Felipe, ahora en el Centro Cultural El Hormiguero!
Sábados a las 16 horas, del 14 de junio al 05 de julio del 2025. Boletos a la venta en Boletópolis.com ó en la taquilla de El Hormiguero.
Y, debido al éxito, ofrecerá cuatro funciones más en el Teatro El Milagro, Lunes y Martes del 18 al 26 de agosto a las 20:30 h